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EL HONOR DEL OBISPO Y EL PERIODISMO BASURA

grosske | 14 Desembre, 2015 21:52

¿Ha tenido el Obispo de Mallorca una relación “impropia” con una de sus colaboradoras?. Pues no tengo ni idea. Es decir, me pasa lo mismo que a todos los que estáis leyendo este escrito, lo mismo que a todos los redactores del Diario de Mallorca que han dedicado portadas, y decenas de páginas a este tema y  lo mismo que a  todos los “opinadores”, locutores y gente de a pie que se ha sentido en la necesidad de pronunciarse sobre el fondo de semejante  cuestión.

¿Cómo puede ser que tanta gente hable de este tema y, sin que exista prueba alguna, llegue a la conclusión de que la relación “impropia” ha existido?. Pues porque algunos medios de comunicación, y uno muy especialmente, han decidido prescindir de cualquier consideración ética y  explotar el tema con un objetivo de mucho peso : vender más periódicos.

¿Miente el DM al tratar del tema?.  Básicamente no, porque  (atentos, que ésta es la parte más sutil e interesante de la cuestión) no lo necesita. La sabiduría popular tiene perfectamente claro el principio por el cual esto es posible: “No hay peor mentira que una verdad a medias“.  Trasladando este aserto a la  manipulación informativa, significa que un conjunto de indicios relativos a un tema morboso (una mezcla de religión, amoríos y política es perfecta, en este sentido), debidamente contextualizados y valorados, puede tomar, para el lector no avisado, la apariencia de una prueba irrefutable.

¿Que el daño a las personas concernidas, a sus familiares y amigos es desproporcionado e  irreparable? – Bueno, son ‘daños colaterales’ inevitables“, se me contestará.

¿Que este daño irreparable ha sido, además, doblemente  injusto porque nada se ha podido demostrar?, Que al final todo puede quedar en el despecho de un marido posesivo? _ Oiga!, se me responderá con indignación, que nosotros nos limitamos a informar!“… pero será mentira, porque aquí muchos  no se han limitado a informar: muchos han provocado una sentencia sin pruebas que ha conllevado  la destrucción de la imagen y el honor de las personas afectadas.

Yo soy ateo (aunque me defina como agnóstico por un tecnicismo filosófico que no viene al caso) pero creo en la dignidad de las personas, en el derecho a la propia imagen y en que la carga de la prueba corresponde al acusador y no al acusado… sea éste Obispo, político, periodista o un ciudadano absolutamente anónimo

ARCADI ESPADA, PACMA Y OTROS ANIMALES

grosske | 17 Setembre, 2014 20:24

Arcadi Espada, con motivo de un debate sobre el Toro de la Vega, se burlaba ayer de la Presidenta de PACMA por afirmar que los animales tenían emociones y sentimientos.

Espada es un señor muy leído pero se ve que, sobre esta cuestión, ha preferido refugiarse en la ignorancia científica y los prejuicios más obsoletos.

La cultura judeocristiana (al contrario de muchas otras culturas que, desde antaño, han cultivado el respeto por la Naturaleza) considera al Hombre como algo radicalmente distinto del resto de los animales y le mandata a ejercer sobre ellos una relación de pleno dominio: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra” (Libro del Génesis).

De esos polvos vienen los lodos de la ignorancia del Sr. Espada y de actos de barbarie – muy tradicionales – como el Toro de la Vega.

Lo científicamente probado, sin embargo es que los humanos no somos más que un animal más, muy poco “performante” desde el punto de vista somático pero que gozamos de un cerebro hipertrofiado sobre el que descansa nuestro éxito evolutivo.

La barrera infranqueable que, supuestamente nos separaba del resto de los animales hace tiempo que ha saltado hecha añicos.

 Ahora sabemos que compartimos con nuestros primos los chimpancés más del 95% de nuestro ADN, sabemos que hay animales con cultura (es decir, capaces de adquirir habilidades y conocimientos socialmente transmisibles) que hay animales con sistemas de intercomunicación complejos y que, por supuesto, tienen emociones y sentimientos.

Respetar a los animales, respetarnos a nosotros mismos y respetar al conjunto de la Naturaleza se ha convertido, pues, en una tríada indisociabe… Y algo que sólo se puede poner en duda desde la ignorancia o la obcecación